LEYES DE REFORMA, EN EL OLVIDO

A la “IZQUIERDA” no le importa y la DERECHA guarda silencio

Olvido VERGONZOZO de la historia

Todos FINGEN DEMENCIA.

Atrapados por una curiosa “modernidad” que pregona un PRAGAMATISMO sin principios, partidos, candidatos y gobernantes, prefieren practicar el “olvido” de la HISTORIA, sobre todo si esta interfiere en los NEGOCIOS electorales que están al orden del día.

Al PAN, el partido más exitoso de la DERECHA electoral mexicana, que mantiene una ALIANZA virtual con la IGLESIA CATÓLICA, mejor le conviene guardar silencio, apostando a que con el tiempo y un trapito, el olvidadizo pueblo mexicano termine borrando de su memoria la LUCHA de Benito Juárez y los mexicanos que se enfrentaron al poder inmenso del ALTO CLERO durante el siglo XIX.

Al PRD, el desdibujado partido de una izquierda electoral que llegó a ser muy exitosa y que ahora se encuentra en fase de EXTINCIÓN, le conviene practicar aquella vieja frase de “no hagan olas” porque busca el favor de los jerarcas de una Iglesia que cada vez interviene de manera más abierta en la vida política de México.

Las LEYES de REFORMA fueron decretadas en diversos momentos de los mese de julio y agosto entre los años 1859 y 1860 por BENITO JUÁREZ con el preciso propósito de LIMITAR el formidable PODER acumulado durante la época de la Colonia y durante los primeros años de vida independiente en México por la IGLESIA CATÓLICA.
Sólo para intentar aliviar el MAL de AMNESIA que aqueja a políticos, gobernantes y hasta ciudadanos ilustrados, recordamos que estas leyes fueron las siguientes: “Ley de nacionalización de los bienes eclesiásticos”. “Ley del matrimonio civil”, “Ley orgánica del registro civil”, “Ley de exclaustración de monjes y frailes” y “Ley de libertad de Cultos”.

Años antes, en 1855, 1856 y 1857, se habían expedido las llamadas “Ley Juárez”, “Ley Lerdo” y “Ley Iglesias”

La “Ley Juárez”, un verdadero desafío en aquella época, SUPRIMIÓ los FUEROS de la IGLESIA y el EJÉRCITO, aunque ahora se discute aún si el Ejército continúa gozando de fueros dado que los abusos cometidos por algunos de sus miembros continúan ESCAPANDO a la jurisdicción de las autoridades civiles.

La llamada “Ley Lerdo” que debe su nombre a Miguel Lerdo de Tejada, quien participó intensamente en su diseño, fue expedida en 1856 por el entonces Presidente de México Ignacio Comonfort. El nombre completo de este ordenamiento legal fue: “Ley de desamortización de las fincas rústicas y urbanas de las corporaciones civiles y religiosas de México", mediante esta ley el Estado inició un proceso de incorporación productiva de extensiones de tierra que se encontraban en manos de la Iglesia, mismas que se entregaron a hacendados. Por cierto con esta ley muchas comunidades indígenas del país fueron también despojadas de sus terrenos comunales.

La “Ley Iglesias”, cuyo nombre oficial fue “Ley de Obvenciones parroquiales”, se debe a la autoría de José María Iglesias quien se desempeñaba como Ministro de Justicia, Negocios Eclesiásticos e Instrucción Pública. Debido a esta normativa, se le prohibió al CLERO cobrar el DIEZMO, imponiendo castigos a los curas que se negaran a cumplirla.

Estos ordenamientos legales provocaron la IRA de la ALTA JERARQUÍA ECLESIÁSTICA cuyos integrantes se aliaron políticamente con los llamados CONSERVADORES para instigar un conflicto bélico conocido como “GUERRA DE REFORMA”, antecedente de la posterior INTERVENCIÓN FRANCESA que intentó imponer un RIDÍCULO “emperador” de nombre Maximiliano de Habsburgo, fusilado en el Cerro de las Campanas en Qurerétaro.

Durante muchos años, la IZQUIERDA mexicana reivindicó con orgullo la tradición juarista que arrebató al ALTO CLERO parte de sus privilegios, pero los años pasaron y, guardados en el cajón, como RELIQUIAS, yacen los recuerdos de la GESTA HISTÓRICA de un puñado de mexicanos que sentaron las bases de la SEPARACIÓN de la IGLESIA y el ESTADO.

Hoy, de manita sudada, bien “agarraditos” “izquierdistas” y DERECHISTAS (dizque ya NO existen diferencias) van por el camino de la VUELTA al PASADO.

Una Iglesia Católica ENGALLADA advierte, amenaza, IMPONE y hasta AMENAZA a ciencia y paciencia de gobernantes y políticos que NO cesan de invocar a DIOS en sus mensajes.

Así, a ciencia y paciencia, a la chita callando, se reproducen en este castigado país los mismos debates y PLEITOS del siglo XIX que muchos creíamos superados.