¿CONTRA CUÁL VIOLENCIA?

Brutalidad y pobreza, parte de la “normalidad”

Salarios miserables, cárceles despiadadas y desempleo

Trabajo infantil y degradación, son parte de la “paz social”?

En una reedición de aquella MARCHA organizada por la DERECHA y TELEVISA en la ciudad de México por la organización “México Unido contra la violencia”, el partido TRICOLOR saca a sus huestes a la calle para lanzar un estentóreo (ruidoso, retumbante) grito: “UNIDOS contra la violencia” que justamente aparece en una manta exhibida en las oficinas del tricolor en la ciudad de Tepic.

Uno se sorprende con las formas caricaturescas que asume la política de nuestros días; resulta que los principales responsables del DESASTRE social y económico que atraviesa este país, son los que ahora se rasgan las vestiduras y van a la calle (ellos sí tienen la bendición para tomar calles y avenidas cada que así lo determinen) invitando a unirse contra la violencia.

La pregunta es, ¿contra cuál violencia? Porque ciertamente hay muchos tipos de violencia. Voy a ejemplificar: La violencia ESTRUCTURAL que en el CAPITALISMO se ejerce cotidianamente contra los de ABAJO asume formas verdaderamente TERRORÍFICAS: Hay violencia extrema en la explotación del TRABAJO INFANTIL en los campos de cultivo, aquí mismo en Nayarit, NIÑOS INDÍGENAS y mestizos pobres se exponen a PLAGUICIDAS prohibidos en otros países, sufren como “adultos chiquitos” siendo carne de yugo.

Miles de familias fueron lanzadas a la DESINTEGRACIÓN por conducto de políticas promovidas desde el poder público han sido los casos del Procede (el fatídico Programa de Certificación de Derechos Agrarios) en el CAMPO que “invitó” a los campesinos a abandonar, oficialmente, sus tierras para irse de BRACEROS o de lo que fuera a Estados Unidos. ¿Eso es “orden y paz”?

En la CIUDAD de México, por un obcecado RENCOR político y para abrir la puerta a los NEGOCIOS de empresas TRASNACIONALES, el gobierno federal LANZÓ al DESEMPLEO a más de 40 mil trabajadores de la empresa Luz y Fuerza del Centro agremiados al Sindicato Mexicanos de Electricistas (SME) que eran el sustento de un número similar de familias. Si eso no es VIOLENCIA, ¿entonces cómo se llama?

Voy al HOSPITAL CIVIL de la ciudad de Tepic y ¿qué observo? Centenares de hombres y mujeres CLAMANDO por atención médica con los cuales tienen que lidiar médicos, enfermeras y trabajadores de intendencia en una labor que por momentos asume formas HEROICAS y en los “hospitales” del SEGURO POPULAR, he visto moscas y malos olores invadiendo cada rincón, para desgracia de los pobres enfermos y sus familias, ello sin contar con la eterna falta de MEDICAMENTOS. ¿Cómo se llama eso? ¿PAZ SOCIAL?

¿Y los SALARIOS MISERABLES?, ¿forman parte de una sociedad “en paz y trabajando”?

Al inicio de cada CICLO ESCOLAR, decenas de miles de PADRES de FAMILIA se las tienen que ver con las famosas LISTAS de útiles escolares y cooperaciones para el mantenimiento de los edificios escolares que se deterioran ante la mirada indiferente de BURÓCRATAS e INSENSIBLES funcionarios preocupados por la GRILLA del momento. ¿Eso no es violencia?

Se ha repetido hasta el cansancio que en México las CÁRCELES son auténticos centros de DEGRADACIÓN humana en los que reinan la BRUTALIDAD y el poderoso caballero “DON DINERO”. A la misma celda igual van a dar los responsables de los llamados DELITOS IMPRUDENCIALES como VIOLADORES y drogadictos degradados. En la “revoltura” sucede de todo, desde “aprendizajes” hasta ABUSOS de todo tipo. ¿Eso es violencia o es parte de la “NORMALIDAD”?

Y ya que estamos hablando de las CÁRCELES conviene revisar las denuncias que aparecen y a las que se hace caso omiso: no hace mucho mi compañero JAIME TAPIA LÓPEZ denunció las BARBARIDADES de un individuo que fungió como director del llamado Centro de Readaptación Social “Venustiano Carranza”, “LA Penal” para los nayaritas; TAPIA señaló que al interior de este centro de reclusión se cometían injusticias con los presos, se hacían negocios turbios y había comportamientos más propios de un régimen FASCISTA que de una “DEMOCRACIA” como tanto se presume. Pero eso NO es violencia, eso es parte de la “NORMALIDAD”.

A los PESCADORES libres en Nayarit (y creo que en todo México) se les trata como a DELINCUENTES, soldados marinos decomisan sus CHINCHORROS que son exhibidos, no como lo que son, herramientas de TRABAJO, sino como instrumentos delictivos.

La lista de ATROCIDADES cometidas contra el pueblo de México es larguísima, pero de esa VIOLENCIA habitualmente NO se habla, contra esa violencia NO se hacen marchas, seguramente porque forma parte de la normalidad.

Ha llegado el momento de reflexionar en las causas profundas de la VIOLENCIA para erradicarlas, pero con ORGANIZACIÓN del pueblo y con un PROYECTO de sociedad que se alce contra este orden social DECADENTE y profundamente DESCOMPUESTO.