La EXPLOSIÓN de GAS registrada este domingo 31 de octubre en el estado de Puebla, producto de la actividad de grupos CRIMINALES dedicados al ROBO de combustible, adquiere, en este momento de la vida nacional, proporciones de acto que afecta seriamente la SEGURIDAD NACIONAL. Es válido que el Gobierno de la República, al mando de AMLO, tenga en el centro de la política de SEGURIDAD el combate a las CAUSAS de la criminalidad, concentrando serios esfuerzos en la POLÍTICA SOCIAL, no obstante, actos como el de Puebla, debería encender las ALERTAS hacia una RECONSIDERACIÓN del combate a la DELINCUENCIA, considerando las graves CONSECUENCIAS de tales acciones. Se trata de una acción que NO puede separarse del conjunto de los ATENTADOS a la CONVIVENCIA social y la ESTABILIDAD económica y política del país. Aún en el supuesto de un hecho ACCIDENTAL, la EXPLOSIÓN se inscribe en el conjunto de actos de AGRESIÓN que NO deben ser vistos como AISLADOS. El auge descomunal de la así denominada “DELINCUENCIA ORGANIZADA”, no OLVIDAR, fue producto de la época NEOLIBERAL, en la que el Estado ABANDONÓ sus tareas de SALVAGUARDA del PATRIMONIO NACIONAL y el tradicional vínculo de la POLÍTICA y la actividad CRIMINAL se disparó como resultado de un consciente y DELIBERADO propósito de DESARTICULAR la SOBERANÍA nacional para facilitar el SAQUEO, como efectivamente sucedió.
El ROBO en GASODUCTOS, concentrado en un área correspondiente a los estados de Puebla, Estado de México, Hidalgo, Veracruz, Tlaxcala, Querétaro, Guanajuato, Jalisco, Chiapas y Tabasco, implica un problema ECONÓMICO, de dimensión ESTRATÉGICA considerando la EXTENSA área geográfica y la DENSA población de la región afectada, que puede definirse como de SEGURIDAD NACIONAL. La creciente y cada vez más AGRESIVA actividad delictiva DESAFÍA al Estado mexicano y constituye un factor de DESESTABILIZACIÓN SOCIAL, impactando a la economía nacional y DAÑANDO seriamente la imagen de México, justamente en la dirección que la OLIGARQUÍA GOLPISTA promueve.
Por lo anterior, resulta PREOCUPANTE, lo expresado en la edición del 3 de octbre de 2021 en la revista Contralínea conteniendo información relativa a la SEGURIDAD de Pemex, de acuerdo a señalamiento del general Pedro Almazán Cervantes: “Petróleos Mexicanos se encuentra en “un alto grado de vulnerabilidad” ante el crimen organizado, señala en un oficio interno el general Almazán Cervantes, quien hasta agosto fuera subdirector de Salvaguardia Estratégica. En el documento revela que la falta de seguridad en las instalaciones se debe a que Pemex debía reclutar 10 mil agentes que gradualmente relevaran a los militares del Plan Conjunto Contra el Robo de Hidrocarburos, pero no ha cumplido: la petrolera sólo cuenta con 1 mil 368 agentes que se dividen en dos turnos y vigilan 7 mil 724 instalaciones terrestres, 306 marinas y 66 mil km de ductos”. Si efectivamente la COMPLEJA red de instalaciones y ductos de Pemex se encuentran en situación VULNERABLE, es momento de plantearse un visión hacia la VIGILANCIA de TODO el PUEBLO, en COORDINACIÓN con las FUERZAS ARMADAS y los órganos de SEGURIDAD del Estado.
En la SEGURIDAD de las instalaciones ESTRATÉGICAS de la NACION ya no deben participar EMPRESAS PRIVADAS y el PUEBLO de México debe ser EDUCADO e INFORMADO. La SALVAGUARDA de los BIENES NACIONALES debe ser, en lo sucesivo, TAREA COLECTIVA.
Es PREVISIBLE el aumento de la PROVOCACIÓN incluyendo actos CRIMINALES de alto impacto en el segundo TRAMO del gobierno de AMLO, en el marco de la GUERRA de ESPECTRO COMPLETO, el GOLPE de Estado “BLANDO” y la “GUERRA SIN FIN” dispuesta por el IMPERIO estadounidense en el resto del mundo.
Ciertamente será ACCIDENTADA la siguiente etapa de la Cuarta Transfomación.
