La cauda de CONFLICTOS desatados al interior del partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) ya exige un EXAMEN a la luz de la TEORÍA y la PRÁCTICA, los fundamentos conceptuales en los que descansa el partido y el esfuerzo de MILLONES de mexicanos que alzaron VOZ y ACCIÓN para operar una TRANSFORMACIÓN de la vida de México. No es una tarea sencilla y usualmente no es muy popular. Siempre hurgar más allá de la SUPERFICIE, del terreno de los ADJETIVOS, las DESCALIFICACIONES y las opiniones FÁCILES, resulta más arduo. El proceso de REFLEXIÓN tampoco se agota en un texto breve. Consentimos en primera instancia en reconocer que la ideología que subyace, al menos en tanto no se argumente lo contrario, es el NACIONALISMO REVOLUCIONARIO, renovado si se quiere. El gran líder de la Cuarta Transformación, Andrés Manuel LÓPEZ OBRADOR (AMLO), se formó en el PRI, ahí se realizó como MILITANTE y por lo tanto ahí se encuentran sus RAÍCES más profundas. Recordemos que el NACIONALISMO REVOLUCIONARIO fue la compleja construcción de un Estado BURGUÉS como el surgido posterior a la Revolución Mexicana, que dio sustento a la LEGITIMIDAD a partir de un PACTO que aseguró al CAPITAL condiciones de REPRODUCCIÓN, mientras la INCONFORMIDAD SOCIAL era contenida a través de una RETÓRICA ENGAÑOSA que se reclamaba “HEREDERA” de la Revolución y una articulada política de CONCESIONES a las MASAS POPULARES operada a través de un sistema político CORPORATIVO sustentado en las grandes organizaciones, básicamente SINDICALES y CAMPESINAS (CTM, CNC, SNTE, STPRM y el resto) así como las EMPRESARIALES (Coparmex, Canacintra, Canaco y demás) Mediante el CORPORATIVISMO el Estado BURGUÉS mexicano mantuvo bajo CONTROL a las MASAS POPULARES, a través de una muy MARULLERA política de “estira y afloja”, que alcanzó incluso a la IZQUIERDA socialista. Ciertamente, el Estado BURGUÉS mexicano es un caso sui géneris, surgido de una REVOLUCIÓN, en la que participaron activamente los CAMPESINOS y la CLASE OBRERA tuvo una participación MARGINAL, quedado finalmente bajo la dirección de los FACCIONES de la BURGUESÍA representadas por el GRUPO SONORA (Álvaro OBREGÓN, Plutarco ELÍAS CALLES, Adolfo de la HUERTA) y el CARRANCISMO emergido en el noreste, como CONSTITUCIONALISMO, cuya base fueron los HACENDADOS inconformes con el PORFIRIATO, de los cuales el propio MADERO y su familia formaban parte.
La EXPERIENCIA de haber participado en una revolución otorgó al grupo burgués TRIUNFADOR, una sagacidad difícil de encontrar en otras naciones. Así, los gobiernos “EMANADOS de la REVOLUCIÓN”, como fue común decir en la ORATORIA oficial hasta bien entrado el siglo XX, sirvieron al CAPITAL, actuaron como Estado burgués, pero se hicieron pasar como “representantes del PUEBLO”.
El AGOTAMIENTO del modelo del “ESTADO BENEFACTOR”, resultado de una de las más célebres CRISIS CÍCLICAS del capitalismo (que en Estados Unidos fue promovido por el presidente Franklin Delano ROOSEVELT, como el New Deal, Nuevo Trato, en español, referente constante de AMLO), predominante después de la Segunda Guerra Mundial y con el cual caminó el Estado BURGUÉS mexicano hasta los años setenta del siglo XX, sentó las bases para el surgimiento del modelo del CAPITALISMO NEOLIBERAL, fundado en la ESPECULACIÓN FINANCIERA y la PRIVATIZACIÓN extrema, IMPUESTO en el mundo a principios de los años 80 del siglo XX a partir de los gobiernos de Ronald REAGAN en Estados Unidos y Margaret THATCHER en Inglaterra (Reino Unido) y en México por los gobiernos de Miguel de la MADRID, Carlos SALINAS y los que siguieron, significó resumidamente una TRAGEDIA SOCIAL para la ABRUMADORA mayoría de la SOCIEDAD mexicana, que DAÑÓ gravemente no sólo al PUEBLO sino a sectores importantes de la pequeña y mediana burguesía.
Aunque desde 1988, con la IRRUPCIÓN del CARDENISMO situado a la IZQUIERDA del PRI y del que formaba parte AMLO, el PUEBLO de México RESPONDIÓ electoralmente a la TRAGEDIA neoliberal, no fue sino hasta 30 años después, con la VICTORIA de 2018, que se DETUVO el proceso DESTRUCTIVO impuesto por la dinámica NEOLIBERAL.
El instrumento ELECTORAL operado para tal VICTORIA fue el Movimiento de Regeneración Nacional, devenido en PARTIDO político y por ahora ahí la dejamos, para seguir mañana. Enarbolando principios ideológicos del NACIONALISMO REVOLUCIONARIO, en sintonía con la MILITANCIA de origen PRIISTA de la gran mayoría de sus cuadros y dirigentes, el partido Morena se alzó con la VICTORIA en 2018, con AMLO como candidato a la presidencia de la república. Es justo decir que esta VICTORIA de manera alguna fue resultado EXCLUSIVO de esfuerzo electoral de ese año y los anteriores y en estricto sentido fue el producto de una LARGA HISTORIA de LUCHAS sociales, políticas y armadas que le ANTECEDIERON y que convergieron en la formación de un FRENTE ELECTORAL amplio. En los anales de la IZQUIERDA mexicana se encuentra por ejemplo del Frente Electoral del Pueblo (FEP) que en 1964 contendió con Ramón DANZÓS Palomino como candidato presidencial y aunque algunos desde la propia IZQUIERDA se resistan a aceptarlo, la candidatura al gobierno de Nayarit encabezada por Alejandro GASCÓN Mercado en 1975, que constituyó una formidable MOVILIZACIÓN POPULAR que orilló al Estado burgués mexicano a imponer un gigantesco FRAUDE ELECTORAL, en el que participaron destacadamente el ejército y grupos de BANDOLEROS al servicio del Estado. Antes, en el estado de Guerrero, el profesor Genaro VÁZQUEZ había intentado la participación PACÍFICA incluso la ELECTORAL en la Asociación Cívica Guerrerense, antes de tomar la decisión de LEVANTARSE en ARMAS durante los años 60 del siglo pasado. En 1982, bajo la candidatura presidencial de Arnoldo MARTÍNEZ Verdugo, el Partido Comunista Mexicano (PCM) y la naciente COALICIÓN de IZQUIERDA integrada por otros partidos como el Partido Socialista Revolucionario (PSR) y el Partido del Pueblo Mexicano (PPM), realizaron una campaña electoral que alcanzó éxitos como la apertura del Zócalo de Ciudad de México, VEDADO a la IZQUIERDA desde 1968. En 1988, desde el PRIISMO escindido, Cuauhtémoc CÁRDENAS alcanzó el TRIUNFO, sólo impedido de nuevo por una gigantesca maniobra FRAUDULENTA.
La fugaz mención de estos hechos da al menos para RECORDAR que la de 2018, como mencioné al inicio, RESUMIÓ un esfuerzo histórico de luchas, una de cuyas demostraciones fue la de la INCAPACIDAD de la IZQUIERDA socialista por articular de manera INDEPENDIENTE un movimiento de MASAS de gran calado, quedando la DIRECCIÓN electoral en manos de la IZQUIERDA del PRI, encabezada por AMLO.
Por supuesto que las condiciones del país a lo largo de las dos primeras décadas del siglo XXI, NO son las que prevalecieron en México durante buena parte del siglo XX, siendo la CONJUNCIÓN de diversas circunstancias de carácter nacional e internacional, como el FRACASO de los gobiernos NEOLIBERALES y el cambio de correlación de fuerzas internacionales, dos de las más importantes.
En este punto vuelvo sobre la ideología del NACIONALISMO REVOLUCIONARIO como la DETERMINANTE de este proceso en el que, curiosamente y a pesar del empeño en NEGARLO, la TESIS de Vicente LOMBARDO Toledano, rechazado por la mayoría de intelectuales de la IZQUIERDA actual, terminó por ocupar un sitio CENTRAL en el discurso presidencial: las TRES transformaciones previas a la Cuarta Transformación que se construye ahora, conforman un CONTINUO HISTÓRICO en lo que sería un largo proceso en la LUCHA por los DERECHOS del pueblo mexicano.
Retornando a Morena, cabe recordar que fue AMLO su gran ARQUITECTO, convergiendo ahí fuerzas sociales de la más diversa naturaleza, en un FRENTE AMPLIO PLURICLASISTA, dirigido por un grupo político surgido del PRI. La profunda DESCONFIANZA de AMLO, luego de las múltiples TRAICIONES recibidas en el PRD, lo condujo a formar dirigencias PARALELAS a Morena, a la manera de la estructura de DELEGADOS que el partido tricolor acostumbraba como estrategia para mantener el CONTROL CENTRALIZADO de las decisiones políticas más importantes, todo lo cual demostró claramente una imponente EFICACIA, pero al mismo tiempo una FALLA enorme considerando que la pretensión era DESTRUIR al Viejo Sistema Político, que PARADÓJICAMENTE terminó REPLICADO en Morena.